La Doctrina Social de la Iglesia resalta la importancia de los valores morales fundados en la ley natural, la cual está escrita en la conciencia de cada ser humano. Las personas están obligadas a reconocer esa ley natural y a respetarla.
Es tarea de la Iglesia anunciar siempre y en todas partes los principios morales acerca del orden social, así como pronunciar un juicio sobre cualquier realidad humana, en cuanto lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas.
La Doctrina Social de la Iglesia pertenece al ámbito de la teología moral. Es la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las complejas realidades de la vida de la persona en la sociedad y en el contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición eclesial. Por otra parte, la Doctrina Social de la Iglesia debe orientar la conducta de las personas.
Como parte de la enseñanza moral de la Iglesia, la Doctrina Social de la Iglesia tiene la misma dignidad y la misma autoridad de tal enseñanza. Es Magisterio auténtico que exige la aceptación y adhesión de los fieles.
La Doctrina Social de la Iglesia traza los caminos que hay que recorrer para edificar una sociedad reconciliada y armonizada en la justicia y en el amor.