La doctrina social se origina a partir de un texto escrito por el papa León XIII, pero su existencia se basa en la antropología.
Hay que recordar que la antropología se ocupa de analizar el origen y la evolución de cómo se comporta socialmente el ser humano. La antropología estudia estos comportamientos en todas sus dimensiones a lo largo de la historia.
De otro lado, la Iglesia entiende a la persona como un ser que es a la vez individual y social, que tiene una vocación a la comunión fraterna con el resto de personas. Por tanto, el discernimiento que la Iglesia hace sobre el ser humano no puede dejar fuera la dimensión social porque sería mutilar el razonamiento sobre la naturaleza humana.
Con todo, en 1891 el papa León XIII escribió un documento titulado «Rerum novarum», que del latín se traduce como «las cosas nuevas». En este documento examinaba la condición de los trabajadores asalariados, que padecían una indigna miseria. Fue la primera vez en la historia que un pontífice dedicó un texto a hablar sobre esta temática en profundidad.
Cuarenta años después, el papa Pío XI escribió la encíclica «Quadragesimo anno», que traducido del latín sería «En el año 40». Es en ese texto donde aparece por primera vez la expresión «Doctrina Social».
Posteriormente, la doctrina social se ha ido desarrollando paulatinamente, poco a poco, a medida que el magisterio de la Iglesia Católica ha ido recogiendo, recopilando y promulgando todas las aportaciones en materia social que se han realizado a la luz del Evangelio y la tradición de la Iglesia.