No hay que confundir a las personas destinatarias de la Doctrina Social de la Iglesia con a quienes se dirige el documento titulado «Compendio de la DSI».
En primer lugar, la doctrina social se dirige a quienes pertenecen a la Iglesia Católica. Toda persona bautizada tiene responsabilidades sociales que asumir, ya sean sacerdotes, de vida consagrada o laicado.
Por otra parte, hay tareas que pertenecen específicamente a los laicos y laicas: obligaciones políticas, económicas, administrativas, etc… A esto se le llaman obligaciones de naturaleza secular. Por medio de estas responsabilidades, el laicado pone en práctica la enseñanza social de la Iglesia.
Por último, la DSI tiene una destinación universal. El Evangelio se anuncia a todas las personas del planeta, así que de igual modo esas mismas personas son destinatarias de la DSI.
Al conjunto de la humanidad dispuesto a trabajar por el bien común se le suele conocer en la Iglesia como «hombres y mujeres de buena voluntad».