No es una encíclica. Se trata de un documento que surge de las conclusiones del Concilio Vaticano II. Es un documento del tipo constitución pastoral y su título significa «Los gozos y las esperanzas». Se publica en 1966.
Es una respuesta de la Iglesia a las expectativas del mundo contemporáneo. Se refleja una nueva concepción de ser comunidad de creyentes y Pueblo de Dios.
La «Gaudium et spes» delinea el rostro de una Iglesia íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia.
Estudia orgánicamente los temas de la cultura, de la vida económico-social, del matrimonio y la familia, de la comunidad política, de la paz y de la comunidad de los pueblos. Todo ello lo examina a la luz de la visión antropológica cristiana y de la misión de la Iglesia.
La sociedad, sus estructuras y su desarrollo deben apuntar hacia la consolidación y el desarrollo de las cualidades de la persona humana.
Es la primera vez que el Magisterio de la Iglesia se expresa tan ampliamente sobre diversos aspectos temporales de la vida cristiana.