Publicada en 1937 por Pío XI. Su título significa «Redentor divino».
Trata sobre el comunismo ateo y la doctrina social cristiana. Se critica el comunismo como «intrínsecamente malo» e indica como medios principales para poner remedio a los males difundidos por éste:
- la renovación de la vida cristiana.
- El ejercicio de la caridad evangélica.
- El cumplimiento de los deberes de justicia a nivel interpersonal y social en orden al bien común.
- La institucionalización de cuerpos profesionales e interprofesionales.